Esta primera foto no es un patatal, no. Es un campo de fútbol. Aunque las porterías no tienen redes y no haya césped ni tierra (es una mezcla), el terreno de juego cumple otras muchas funciones: en verano es un fantástico parking y ahora es una especie de escombrera de algún jardinero.
Comencemos a descender en nuestro paseo hacia el merendero, dejando a la derecha la piscina. El ayuntamiento puso esta valla de madera (sin barnizar, clavándote astillas, pero bonita eso sí) pero se olvidó sacar la basura.
Al igual que se olvidó sacar la basura debajo de las mesas.
Esta cuarta foto es de la fuente que da nombre a la zona: Edesa. Podemos resaltar varias cuestiones: al lado de la placa negra (preciosa) donde se cuenta en qué lugar nos encontramos, han instalado un cartel acorde con la estética del lugar, de plástico blanco con letras rojas, en la que pone bien grande “AGUA NO POTABLE”. Pero espera espera, que al lado colocaron no hace mucho una planta potabilizadora. Eso sí, aquí no se puede beber agua. Para ello han acondicionado un grifo de cobre, mucho más bonito donde vamos a parar.
El lamentable estado en que se encuentra la fuente puede deberse a dos causas: el ayuntamiento ha decidido dejarlo así para que nadie se atreva a meter el morro, o es Ana Obregón la que está investigado la vegetación acuática de la zona.
No os sorprendáis. Lo estáis viendo. Es real. Sí, esto es un puente. Deja de mirarlo, te pongas como te pongas es un puente. Antaño había uno de piedra por el que pasaban los coches, y a su lado uno de tablas de madera sobre el que toda la juventud de Uruñuela ha jugado alguna vez. Sin embargo ahora el ayuntamiento ha decidido que los niños cigüeñeros (nuestro gentilicio) se dediquen al mundo circense. Como esta mal visto eso de ser payaso, han instalado estos mini troncos (sustentados por una silla blanca de plástico dada la vuelta) sobre los cuales incluso se pueden hacer acrobacias.
No veo yo a las del hogar del jubilado cruzando el río, no.
Conclusión--> Si yo no soy de Uruñuela, me voy corriendo. A nuestro equipo “popular” de gobierno no le gusta que haya turistas en nuestro pueblo: primero no quieren poner autobuses para que los jóvenes vengan a nuestras fiestas; después deciden no hacer la jornada de puertas abiertas de nuestras bodegas (de la que el alcalde es propietario de la bodega privada más grande) y ahora mantienen nuestro área recreativa en lamentables condiciones para que la gente salga huyendo.