jueves, 14 de mayo de 2009

Con bocata y sin gominolas


Dejando a un lado la borrachera copera, quisiera lanzar una pregunta… ¿Cuánto le cuesta al PSOE haber ganado la lehendakaritza? Lo diré en pocas palabras, a modo de titular escandalizador “EL PSOE GANA EUSKADI PERO PIERDE ESPAÑA”


Antes de que aquellos pocos que lean este texto empiecen a profanar mi nombre (por si acaso ya me he puesto armadura hasta en los dientes) me explicaré.


Los que me conocen sabrán que Patxi López, perdón, el señor lehendakari don Patxi López, no es de mi agrado, pero esto no quita para que opine que ha hecho sus deberes muy requetebién.

Señor López, usted quería ser lehendakari de los vascos y las vascas (parafraseando al que “ya se fue” o “por fin echamos”), lehendakari de esos que se escriben con “C” de Carbón y Currante en lugar de con “K” de “Kilos” de nacionalismo enquistado durante treinta años en esta tierra, lehendakari de un pseudo-gobierno de izquierdas o más bien ligeramente a la izquierda del partido popular, lehendakari de aquel gobierno vasco que no tendría que ver la cara a los abertzales dentro y sólo dentro del Parlamento Vasco, lehendakari de portada de diarios de tirada nacional, lehendakari de titular, lehendakari a toda costa.


Mi posición ideológica dista mucho del nacionalismo pero no por ello voy a negar que el nacionalismo vasco ganó las elecciones del pasado uno de marzo en cuanto a voto válido se refiere, y fueron los acuerdos con otros partidos los que permitieron recabar los apoyos necesarios para que al cerdo le salieran alas.


Bien, no es el objetivo de este amago de artículo, analizar las elecciones al Parlamento Vasco, ni retomando la idea con la que empezaba a escribir, buscar un coeficiente de correlación que mida en qué medida la victoria fáctica del PSE en las elecciones autonómicas vascas ha repercutido en la soledad parlamentaria de Zapatero. El PSOE no encuentra apoyos en el Congreso de los Diputados, esto es una realidad que no precisa ser sustentada con un coeficiente matemático. Estableciendo un símil con un patio escolar estaríamos ante un “no voy a repartir mis gominolas con el que me ha robado el bocata” y ciertamente, en una cultura política y no sólo política donde el “si me das te doy” defenestra al interés general, no veo otra alternativa.


La crisis económica no une, importan muy poco qué medidas haya propuesto el ejecutivo (no voy a entrar a analizarlas), el resto de grupos parlamentarios las escuchan y automáticamente la solución y la verdad de las verdades, fíjate tú por dónde, es justo la contraria.

Y el PNV no iba a ser menos, bajo la filosofía del ir contracorriente si la corriente es Zapatero, jamás de los jamases apoyará a ese partido que ha desalojado a Ibarretxe de “la casa blanca vasca”. No obstante, Erkoreka evitó que su mordaz ataque contra la gestión del presidente del gobierno fuera a mayores, dejando a mi parecer abierta una pequeña posibilidad a entablar ciertos acuerdos, eso sí en la arena vasca. Después de todo han asumido la oposición en el Parlamento Vasco sin rencores ¿o no?


Lo cierto es que, tras el debate sobre el Estado de la nación, Zapatero, “habiendo ganado” se encuentra solito… sin amiguitos que quieran saltar con él a la cuerda, pero sí con muchos dispuestos a echársela al cuello, después de todo y como ha plasmado el señor Aznar “algunos saben salir de la crisis”. Lástima que las alianzas parlamentarias no se consigan a golpe de repartir o devolver bocatas, según.

3 comentarios:

  1. ¡Qué buen artículo, Sara!
    Sin embargo hay algunas cosas que nose... parece que pintas la situación parlamentaria del PSOE como el "acabose". No sé, la situación está complicada. Pero mira, si algo nos dice la experiencia de la actual democracia española, es que si un partido político tiene aquí la mayoría absoluta, tiende a suicidarse. Ya lo hicieron González y Aznar en su día. Sin embargo ahora Zapatero ha formado un gobierno minoritario, pero el más parecido a uno con mayoría absoluta que jamás haya existido (palabras del profesor Letamendia). Con esto quiero decir que ZP puede estar de suerte, porque a menos que gobierne a golpe de decreto, tendrá que pactar con otros grupos, con lo cual ganará más consenso y no actuará cual "rodillo parlamentario".
    En mi opinión, que en este momento no exista mayoría absoluta, hace que la única ganadora sea la democracia. Cierto es que cómo bien dices, se ha quedado sin la estabilidad que le brindaba el PNV, pero puede alcanzar acuerdos con otros actores, desde un gran pacto de Estado con el PP, apoyos puntuales con CiU, girando de nuevo más a la izquierda con ICV-Verts-IU...

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  2. Hola, buenas noches:

    Largo e interesante artículo del que se podrían escribri varios comentarios.

    La soledad con la que los socialistas andan no es de ahora, viene si no me equivoco desde el debate de investidura, aunque ahora sea a "tope" y permanente. Sobre esto tengo un pensamiento. Al igual que a la gente le suele gustar ver al político con mano, es decir que "manda", cambia de posición cuando este mismo político se vuelve un chulito o un fanfarrón. Quiero decir, que a la gente le puede parecer "normal" que otros partidos estén acosando continuamente al PSOE en el Parlamento, pero cuando se intuye que ello es por "chantajear", es decir por conseguir más dinero para su región...etc, vuelve a cambiar de pensar.

    Una cosa es la soledad, que hasta puede ser creativa y, otra muy diferente es la incomunicación. Lo primero no me preocupa, lo segundo si.

    Por cierto, en Logroño gobernamos sin ser el partido más votado. recordemos que ganó el PP.

    Un abrazo y LA LUCHA POLÍTICO Y SOCIAL CONTINUA

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  3. Siento que no me haya parado a seguir el debate del Estado de la Nación pero he estado en el túnel de gabarras y sueños.
    Es una pena que en el Parlamento impere la ley la ley de las elecciones y no de las propuestas. Todos quieren llevarse el caramelo, todos quieren ponerse la medalla, todos quieren el preciado trofeo sin pensar en trabajar en equipo. Así no se construye nada , lejos quedaron los tiempos de los Pactos de la Moncloa , remar al unísono ante las dificultades, sin importar quien gobierna , aportando ideas , trabajando juntos. Pero claro se me olvida que estamos en un patio de colegio,aquí todos se lanzan codazos, se agrupan para hacer equipitos y nadie sabe lo que es jugar en equipo

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